Después de años de trabajar cada uno en su especialidad y de compartir el amor por la fotografía, Johanna Barreto e Iván Ortiz, fotógrafos y esposos, decidieron unir la energía y la pasión que tanto los une y caracteriza, para dar vida a este proyecto llamado PARFotógrafos.
Una idea que nace, no solo de la unión como esposos, si no de ese extraordinario vínculo entre el arte y la fotografía. Dándole un impulso a esa necesidad constante, de crear y crecer en sociedad como artistas.
El objetivo final es ofrecer a sus clientes lo mejor de cada uno dentro de sus especialidades como fotógrafos, con un mejor y más amplio portafolio, y el respaldo de un equipo comprometido con la excelencia, la evolución y la calidad.
Estudié fotografía como parte de mi formación en artes plásticas y visuales, en esos tiempos el uso de diversos medios y técnicas me llevaron a establecer esta técnica como parte imprescindible de mis proyectos, bien sea como medio o como fin, la imagen instantánea ha sido un elemento muy importante en mis procesos creativos. Empezaba el nuevo milenio y con ello el tránsito de la fotografía análoga a la digital, ampliaba las posibilidades y proyectaba un camino atractivo y dinámico, en el que terminé inmersa.
Al finalizar mis estudios universitarios comencé a explorar en la fotografía de alimentos y me encontré de frente con un mundo lleno de texturas, luces, sombras y colores, evocando olores y sabores, que se fue convirtiendo en un placer personal. La pequeña escena en la que reposaba una sopa recién servida o se desmigajaba un pan fresco, era para mí, la naturaleza muerta que otrora plasmaran en sus obras los grandes maestros del arte. Esa captura del instante que nos recuerda lo fugaz de la vida, reflejado en lo simple y cotidiano. En este recorrido por la fotografía, he transitado por diversos temas, sorprendiéndome como la primera vez, con la magia de la imagen en el gesto de un retrato, la penumbra de un espacio con un claro de luz, el volumen de un objeto, lo fortuito del momento casual, el color, el movimiento… habitando mi lado de la cámara.
El sol se fue volteando sobre las cosas y les devolvió su forma.
Juan Rulfo
Después de terminar mi carrera de Sociología, decidí hacer un viaje por Suramérica, iniciando por Brasil. En Manaos me compré mi primera Nikon, inicié el viaje con cámara en mano recorriendo la hermosura del nordeste brasilero, al final de ese viaje decidí que la fotografía debía ser parte de mi vida, y me lo tomé en serio. Unos años más tarde me convertí en fotógrafo autodidacta y comencé hacer mis primeros trabajos con Agencias de Publicidad, en los 90s trabajaba con una cámara de placas Sinar, con película de 10×12 cm y una Mamiya RZ67, en esos tiempos la elaboración de una fotografía debía ser perfecta de principio a fin, no había manera de recomponer en el camino. De ser un fotógrafo netamente publicitario, me fui poco a poco especializando en la fotografía de muebles, de ahí di el paso a la fotografía arquitectónica y de interiores. Hace poco cumplí 30 años como fotógrafo profesional y si hay algo que me ha acompañado durante este tiempo es una verdadera pasión por la fotografía y una autocrítica constante que me ha llevado a una evolución permanente de mi trabajo.